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Ya sea para cubrir el pan, la pizza o en forma de queso parmesano rallado con la pasta, el queso forma parte de la dieta de muchas personas.
¿Pero qué pasa con los perros? ¿Los perros pueden comer queso o puede perjudicarles? A continuación le daremos la respuesta a esta pregunta.
En las primeras semanas de vida, los cachorros se alimentan exclusivamente de la leche de su madre. Esto proporciona a los pequeños amigos de cuatro patas todos los nutrientes que necesitan. Para digerir la leche y la lactosa (azúcar de la leche) que contiene, los cachorros necesitan la enzima lactasa.
Como ésta es superflua tras el destete de la leche materna, la enzima desaparece del intestino del amigo de cuatro patas y el perro acaba por volverse intolerante a la lactosa. Al igual que en el caso de las personas con intolerancia a la lactosa, su consumo puede provocar flatulencias, diarreas y vómitos en los perros.
Por lo tanto, que los perros puedan comer queso depende en gran medida del contenido de lactosa del tipo respectivo. El queso duro, por ejemplo, no suele contener lactosa y, por tanto, puede ser consumido por su perro en pequeñas cantidades.
El queso fresco, en cambio, es otra historia. 100 gramos suelen contener hasta cuatro gramos de lactosa. Por lo tanto, el queso fresco no es adecuado como tentempié para su perro.
La lactosa que contienen algunos tipos de queso no es la única causa de las molestias que el consumo de queso puede desencadenar en los perros.
Algunos perros también padecen alergia a la leche, lo que significa que ciertas proteínas contenidas en la leche o en productos lácteos como el queso les provocan reacciones alérgicas.
Si este es el caso de su perro, por supuesto que no debe comer queso, independientemente del contenido de lactosa, ya que esto puede causar enormes problemas digestivos a su amigo de cuatro patas.
Las alergias alimentarias están muy extendidas entre los perros. No sólo los desencadenan los productos lácteos, como el queso. Además, varios tipos de carne, como la de vacuno, o las proteínas que contienen, son responsables de las reacciones alérgicas.
Para controlar las molestias asociadas a las alergias alimentarias en los perros afectados, es necesario cambiar a un alimento hipoalergénico para perros. Se trata de un alimento libre de posibles alérgenos, por lo que su consumo no puede causar ninguna molestia.
Para ello, le recomendamos que cambie a nuestras variedades a base de insectos. La proteína de insecto procedente de las larvas de la mosca soldado negra (Hermetia illucens) no sólo es hipoalergénica, sino que también tiene un alto valor biológico y proporciona a su amigo de cuatro patas, sensible desde el punto de vista nutricional, todos los aminoácidos esenciales.
Conozca la comida hipoalergénica para perros de Bellfor.
Al elegir queso para perros, las variedades de queso duro como el Parmesano, Gouda, Emmental, Grana Padano, Pecorino, Leerdammer, Manchego, queso de montaña y queso mantecoso son especialmente recomendables. Las golosinas de Parmesano para perros o simplemente un poco de Parmesano son una recompensa saludable.
Estas variedades son casi sin lactosa debido a su largo proceso de maduración y contienen nutrientes importantes como el calcio, que no solo contribuye a fortalecer los huesos, sino que también ayuda a prevenir la formación de sarro dental.
El queso cottage es otra excelente opción, especialmente porque es fácilmente digerible y una buena fuente de proteínas. El queso Harzer, rico en proteínas, también puede ser un complemento nutritivo. Es importante alimentar a los perros con queso duro en cantidades moderadas para evitar una sobrecarga de grasa y sal.
Ciertas variedades de queso deben ser excluidas de la dieta de los perros. En primer lugar, los quesos de moho azul como Roquefort y Gorgonzola, que pueden contener micotoxinas, especialmente el Roquefortin C, que es tóxico para los perros.
El queso fundido también es inapropiado debido a su alto contenido de sal y la presencia de fosfatos y otros aditivos.
Además, la corteza del queso, que a menudo está hecha de cera o plástico y puede estar tratada con antibióticos, también representa un riesgo y puede contener residuos que son perjudiciales para los perros. Por lo tanto, es importante evitar estos tipos de queso y, en caso de duda, siempre consultar a un veterinario.
Como puede ver, el queso no es generalmente insalubre para los perros. Siempre que su amigo de cuatro patas no sufra una alergia a la leche y se limite a las variedades sin lactosa, su perro puede comer un pequeño trozo de queso de vez en cuando. Como el queso tiene muchas calorías y suele contener mucha sal, no hay que excederse con la cantidad.
De todos modos, el queso no es necesario para las necesidades nutricionales de su perro. Así que puede prescindir de él y darle a su amigo de cuatro patas un capricho con las saludables golosinas para perros de Bellfor.
Nuestros snacks de alta calidad para perros están elaborados con ingredientes cuidadosamente seleccionados que los convierten en una golosina muy especial, por lo que su perro probablemente los preferirá a cualquier trozo de queso.
Conozca las golosinas para perros de Bellfor.
https://www.t-online.de/leben/familie/haustiere-tiere/id_100310270/duerfen-hunde-kaese-essen-.html
https://www.wmn.de/lifestyle/haustiere/duerfen-hunde-kaese-essen-b-b-id365154
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